Las Guerras Carlistas: Mucho más que una guerra dinástica.

Hoy se cumple el CLXXXI aniversario del primer alzamiento carlista, muchos ven una simple disputa dinástica, sin embargo, la cuestión es mucho más profunda, pues el carlismo supuso la primera insurrección surgida en España contra la modernidad, y la decadencia y miseria que esta supone.

En las guerras carlistas luchaba la verdadera España contra el liberalismo-modernista, y las ideas extranjeras que venían a destruir la esencia de España; su auténtica forma de ser, el alma española frente a las ideas revolucionarias de origen protestante que han llevado a España al borde de su destrucción total, por que no está de más decir, que el origen del Mundo Moderno es claramente protestante.

El carlismo fue un movimiento popular, que especialmente tenía un gran apoyo en las zonas rurales y que hizo frente a los partidarios de las reformas liberal-burguesas surgidas con la revolución industrial y con la revolución francesa; el tradicionalismo eran las libertades frente a la falsa libertad que se nos ofrece hoy en día, una libertad que no sirve para nada decente, una libertad que para lo único que sirve, es para la destrucción, de las personas y de las naciones. 

El carlismo fue el primer movimiento que luchó contra el sistema en España, eso el algo que jamás te van a contar los falsos enemigos del sistema, es decir, los rojos, que nada más y nada menos, son el otro brazo del sistema, la falsa alternativa que nos ofrece el sistema.

Con el triunfo del liberalismo España perdió el norte, abandonó su misión histórica evangelizadora y misionera y paso a ser colonizada por una cultura, una forma de ser y unas ideas que no nos corresponden, salvo en algunos períodos de nuestra historia reciente España ha ido cayendo por el precipicio y tampoco no está de más decir que siempre que se ha echado de lado al liberalismo (También a su hijo, el marxismo) España ha vuelto a ser grande, libre, prospera, y se ha vuelto a levantar.

 Pintura de Augusto Ferrer-Dalmau Nieto que nos ilustra a un lancero tradicionalista en las afueras de San Mateo, en el Maestrazgo.